
Proyectos


Declaración de artista
Mi práctica está conectada con conceptos y preguntas que me han acompañado a lo largo de mi trayectoria y que tienen que ver tanto con aspectos de carácter autobiográfico como cuestionamientos político sociales, conceptos simbólicos y formales que se interconectan dialécticamente.
Mis áreas de investigación varían y siempre están en estrecha relación al tipo de proyecto que desarrollo. La pintura y el dibujo siempre han sido una constante fluctuando entre la figuración y la abstracción. El salto a la tri-dimensionalidad vino más tarde. Siempre consideré la relación o el encuentro con el lienzo como un diálogo de tú a tú con otro cuerpo. Se generaba una especie de transferencia de energía que quedaba atrapada en ese otro soporte, aparentemente fuera de mí.
Puedo explorar técnicas, materiales o soportes distintos. Muchas veces me encuentro con los materiales y en otras tengo que ir a buscarlos. Sin embargo, hay un momento en el que eso que construyo tiene que ver con la idea del cuerpo ya sea de manera individual o de forma colectiva. El cuerpo como nuestro primer hábitat que se nutre y cohabita en interdependencia con un cuerpo-territorio llamado mundo.
Intento explicarme cómo el cuerpo se ve afectado y condicionado por los cambios tecnológicos, políticos, económicos, etc. y cómo la conciencia de ese fenómeno nos puede permitir desarrollar una cierta resistencia frente a ello.
Al empezar a componer de manera más abstracta empecé a sentir la necesitad de intervenir los lienzos con objetos que casi siempre tenían una connotación autobiográfica y que al mismo tiempo podían salir de mí mundo para relacionarse con el exterior: objetos como balas, alcayatas, cabello humano. Estos objetos tienen la cualidad de pertenecernos a todos. Después algunos objetos adquirieron significado autónomo como para poder independizarse del lienzo y habitar un espacio propio. Ese fue el caso de toda la obra realizada con piel de vaca y pelo humano.
La primera frontera que necesité explorar fue delimitar y establecer las reglas del intercambio entre lo que venía del exterior en relación a mi cuerpo. La idea de Frontera planteaba un problema de lugar y ubicación en el mundo.
A partir de esta premisa, la elaboración y representación de la piel como órgano fronterizo, zona de intercambio y lugar donde se establecen la relaciones con el mundo exterior, fue fundamental.
Observo la manera en que se han establecido los límites y fronteras en el mundo, respondiendo al diseño geopolítico de los sistemas más poderosos, donde las personas son lo que menos parece importar. Vemos como en un espectáculo dantesco se disputan las potencias del planeta la supremacía y el control de los energéticos y los recursos naturales, la capacidad de someter y ejercer dominio y control sobre los individuos. Hay una población flotante, Una masa de seres humanos desechados por el sistema, sin asidero, sin destino ni lugar ni futuro que migra permanentemente huyendo del hambre, la pobreza y la guerra.

Textos críticos
